Hay memorias de necia persistencia. Muchas de ellas pertenecen a momentos de la infancia o la adolescencia temprana. Las experiencias recientes no parecen contar con ese poder adhesivo. Recuerdo perfectamente los números de teléfono de mis amigos del colegio. No consigo retener en la memoria sino un par de teléfonos de mis cercanos actuales.
De cuando en vez y a merced de la hipocondría, realizo un examen para confirmar la solidez de estas memorias y descartar el Alzheimer prematuro. Y acudo al fútbol. Repaso si aún recuerdo marcadores y alineaciones de mis equipos favoritos en tiempos de niño. Repaso si recuerdo aún la experiencia de los partidos internacionales por televisión y los del Deportivo Cali en el estadio.